martes, 18 de noviembre de 2008

La Célula

Célula
Eucariota: célula animal
Una célula animal típica contiene varias estructuras internas separadas por membranas que reciben el nombre de orgánulos. El núcleo controla las actividades que tienen lugar en la célula y contiene el material genético. Las mitocondrias son orgánulos encargados de producir energía. Los ribosomas, que pueden estar libres flotando en el citoplasma o pegados al retículo endoplasmático rugoso, fabrican las proteínas. El aparato de Golgi modifica, agrupa y distribuye las proteínas mientras que los lisosomas contienen enzimas que digieren determinadas sustancias. La célula está rodeada por una membrana lipídica que deja pasar selectivamente algunas sustancias hacia dentro o hacia fuera de la célula.
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INTRODUCCIÓN
Célula, unidad mínima de un organismo capaz de actuar de manera autónoma. Todos los organismos vivos están formados por células, y en general se acepta que ningún organismo es un ser vivo si no consta al menos de una célula. Algunos organismos microscópicos, como bacterias y protozoos, son células únicas, mientras que los animales y plantas son organismos pluricelulares que están formados por muchos millones de células, organizadas en tejidos y órganos. Aunque los virus y los extractos acelulares realizan muchas de las funciones propias de la célula viva, carecen de vida independiente, capacidad de crecimiento y reproducción propios de las células y, por tanto, no se consideran seres vivos. La biología estudia las células en función de su constitución molecular y la forma en que cooperan entre sí para constituir organismos muy complejos, como el ser humano. Para poder comprender cómo funciona el cuerpo humano sano, cómo se desarrolla y envejece y qué falla en caso de enfermedad, es imprescindible conocer las células que lo constituyen.
2

CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LAS CÉLULAS
Hay células de formas y tamaños muy variados. Algunas de las células bacterianas más pequeñas tienen forma cilíndrica de menos de una micra o µm (1 µm es igual a una millonésima de metro) de longitud. En el extremo opuesto se encuentran las células nerviosas, corpúsculos de forma compleja con numerosas prolongaciones delgadas que pueden alcanzar varios metros de longitud (las del cuello de la jirafa constituyen un ejemplo espectacular). Las células vegetales tienen habitualmente más de 100 µm de longitud (pudiendo alcanzar los 2-5 cm en las algas verdes) y forma poligonal, ya que están encerradas en una pared celular rígida. Las células de los tejidos animales suelen ser compactas, entre 10 y 20 µm de diámetro y con una membrana superficial deformable y casi siempre muy plegada.
Pese a las muchas diferencias de aspecto y función, todas las células están envueltas en una membrana —llamada membrana plasmática— que encierra una sustancia rica en agua llamada citoplasma. En el interior de las células tienen lugar numerosas reacciones químicas que les permiten crecer, producir energía y eliminar residuos. El conjunto de estas reacciones se llama metabolismo (término que proviene de una palabra griega que significa cambio). Todas las células contienen información hereditaria codificada en moléculas de ácido desoxirribonucleico (ADN); esta información dirige la actividad de la célula y asegura la reproducción y el paso de los caracteres a la descendencia. Estas y otras numerosas similitudes (entre ellas muchas moléculas idénticas o casi idénticas) demuestran que hay una relación evolutiva entre las células actuales y las primeras que aparecieron sobre la Tierra.
2.1

Composición química
En los organismos vivos no hay nada que contradiga las leyes de la química y la física. El 99% del peso de una célula está dominado por 6 elementos químicos: carbono, hidrógeno, nitrógeno, oxígeno, fósforo y azufre. El agua representa el 70% del peso de una célula, y gran parte de las reacciones intracelulares tienen lugar en el medio acuoso y en un intervalo de temperaturas pequeño. La química de los seres vivos, objeto de estudio de la bioquímica, está dominada por moléculas de carbono. La química de los organismos vivos es muy compleja, más que la de cualquier otro sistema químico conocido. Está dominada y coordinada por polímeros de gran tamaño (macromoléculas), moléculas formadas por encadenamiento de moléculas orgánicas pequeñas que se encuentran libres en el citoplasma celular. En una célula existen 4 familias de moléculas orgánicas pequeñas: azúcares (monosacáridos), aminoácidos, ácidos grasos y nucleótidos. Los tipos principales de macromoléculas son las proteínas, formadas por cadenas lineales de aminoácidos; los ácidos nucleicos, ADN y ARN, formados por nucleótidos, y los oligosacáridos y polisacáridos, formados por subunidades de monosacáridos. Los ácidos grasos, al margen de suponer una importante fuente alimenticia para la célula, son los principales componentes de la membrana celular. Las propiedades únicas de todos estos compuestos permiten a células y organismos alimentarse, crecer y reproducirse.
2.2

Células procarióticas y eucarióticas

Procariota: cianobacteria
Las bacterias y otras células procarióticas carecen casi siempre de muchas de las estructuras internas propias de las células eucarióticas. Así, el citoplasma de las procarióticas está rodeado por una membrana plasmática y una pared celular (como en las células vegetales), pero no hay membrana nuclear ni, por tanto, núcleo diferenciado. Las moléculas circulares de ADN están en contacto directo con el citoplasma. Además carecen de mitocondrias, retículo endoplasmático, cloroplastos y aparato de Golgi. Aunque, en general, las células procarióticas carecen de estructuras internas delimitadas por membrana, las cianobacterias, como la ilustrada aquí, sí contienen numerosas membranas llamadas tilacoides, que contienen clorofila y pigmentos fotosintéticos que utilizan para captar la energía de la luz solar y sintetizar azúcares.
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Entre las células procarióticas y eucarióticas hay diferencias fundamentales en cuanto a tamaño y organización interna. Las procarióticas, que comprenden bacterias y cianobacterias (bacterias fotosintéticas), son células pequeñas, de entre 1 y 10 µm de diámetro, y de estructura sencilla; carecen de citoesqueleto, retículo endoplasmático, cloroplastos y mitocondrias. El material genético (ADN) está concentrado en una región, pero no hay ninguna membrana que separe esta región del resto de la célula. Las células eucarióticas, que forman todos los demás organismos vivos, incluidos protozoos, plantas, hongos y animales, son mucho mayores (entre 10 y 100 µm de longitud) y tienen el material genético envuelto por una membrana que forma un órgano esférico conspicuo llamado núcleo. De hecho, el término eucariótico deriva del griego ‘núcleo verdadero’, mientras que procariótico significa ‘antes del núcleo’.
2.3

Superficie celular


Membrana plasmática

La membrana plasmática de las células eucarióticas es una estructura dinámica formada por 2 capas de fosfolípidos en las que se embeben moléculas de colesterol y proteínas. Los fosfolípidos tienen una cabeza hidrófila y dos colas hidrófobas. Las dos capas de fosfolípidos se sitúan con las cabezas hacia fuera y las colas, enfrentadas, hacia dentro. Es decir, los grupos hidrófilos se dirigen hacia la fase acuosa, los de la capa exterior de la membrana hacia el líquido extracelular y los de la capa interior hacia el citoplasma. Las proteínas embebidas en las capas de fosfolípidos cumplen diversas funciones como la de transportar grandes moléculas hidrosolubles, como azúcares y ciertos aminoácidos. También hay proteínas unidas a carbohidratos (glicoproteínas) embebidas en la membrana.
El contenido de todas las células vivas está rodeado por una membrana delgada llamada membrana plasmática, o celular, que marca el límite entre el contenido celular y el medio externo. La membrana plasmática es una película continua formada por una doble capa de moléculas de lípidos y proteínas, de entre 4 y 5 nanómetros (nm) de espesor y actúa como una barrera selectiva reguladora de la composición química de la célula. La mayor parte de los iones y moléculas solubles en agua son incapaces de cruzar de forma espontánea esta barrera, y precisan de la concurrencia de proteínas específicas de transporte o de canales proteicos. De este modo la célula mantiene concentraciones de iones y moléculas pequeñas distintas de las imperantes en el medio externo. Otro mecanismo, que consiste en la formación de pequeñas vesículas de membrana que se incorporan a la membrana plasmática o se separan de ella, permite a las células animales transferir macromoléculas y partículas aún mayores a través de la membrana.
Casi todas las células bacterianas y vegetales están además encapsuladas en una pared celular gruesa y rígida compuesta mayoritariamente de polisacáridos (el más abundante en las plantas superiores es la celulosa). La pared celular, que es externa a la membrana plasmática, mantiene la forma de la célula y la protege de daños mecánicos, pero también limita el movimiento celular y la entrada y salida de materiales.


2.4

El núcleo



Núcleo celular
El núcleo de las células eucarióticas es una estructura discreta que contiene los cromosomas, recipientes de la dotación genética de la célula. Está separado del resto de la célula por una membrana nuclear de doble capa y contiene un material llamado nucleoplasma. La membrana nuclear está perforada por poros que permiten el intercambio de material celular entre nucleoplasma y citoplasma.

El órgano más conspicuo en casi todas las células animales y vegetales es el núcleo; está rodeado de forma característica por una membrana, es esférico y mide unas 5-8 µm de diámetro. Dentro del núcleo, las moléculas de ADN y proteínas están organizadas en cromosomas que suelen aparecer dispuestos en pares idénticos. Los cromosomas están muy retorcidos y enmarañados y es difícil identificarlos por separado. Pero justo antes de que la célula se divida, se condensan y adquieren grosor suficiente para ser detectables como estructuras independientes. El ADN del interior de cada cromosoma es una molécula única muy larga, que aparece enrollada, y que contiene secuencias lineales de genes. Estos encierran a su vez instrucciones codificadas para la construcción de las moléculas de proteínas y ARN necesarias para producir una copia funcional de la célula.
El núcleo está rodeado por una membrana doble compuesta por dos bicapas lipídicas, y la interacción con el resto de la célula (es decir, con el citoplasma) tiene lugar a través de unos orificios llamados poros nucleares. El nucléolo es una región especial en la que se sintetiza el ARN ribosómico (ARNr), necesario para formar las dos subunidades inmaduras integrantes del ribosoma, que migran al citoplasma a través de los poros nucleares, donde se unirán para constituir los ribosomas funcionales.
El núcleo controla la síntesis de proteínas en el citoplasma enviando mensajeros moleculares. En él se produce la síntesis de cadenas largas de ARN nuclear heterogéneo a partir de las instrucciones contenidas en el ADN (transcripción). Estas cadenas se modifican (transformación) para convertirse en fragmentos más cortos de ARN mensajeros (ARNm) que solo en un pequeño porcentaje salen al citoplasma a través de los poros nucleares. Una vez en el citoplasma, el ARNm se acopla a los ribosomas y codifica la estructura primaria de una proteína específica (traducción).
2.5

Citoplasma y citosol
El citoplasma comprende todo el volumen de la célula, salvo el núcleo. En él tienen lugar la mayor parte de las reacciones metabólicas de la célula. Está compuesto por el citosol, una solución acuosa concentrada que engloba numerosas estructuras especializadas y orgánulos.
El citosol es un gel de base acuosa que contiene gran cantidad de moléculas grandes y pequeñas, y en la mayor parte de las células es, con diferencia, el compartimiento más voluminoso (en las bacterias es el único compartimiento intracelular). En el citosol se producen muchas de las funciones más importantes del metabolismo celular, como las primeras etapas de descomposición de moléculas nutritivas y la síntesis de muchas de las grandes moléculas que constituyen la célula. Aunque muchas moléculas del citosol se encuentran en estado de solución verdadera y se desplazan con rapidez de un lugar a otro por difusión libre, otras están ordenadas de forma rigurosa. Estas estructuras ordenadas confieren al citosol una organización interna que actúa como marco para la fabricación y descomposición de grandes moléculas y canaliza muchas de las reacciones químicas celulares a lo largo de vías restringidas.
2.6

Citoesqueleto
El citoesqueleto es una red de filamentos proteicos del citosol que ocupa el interior de todas las células animales y vegetales. Adquiere una relevancia especial en las animales, que carecen de pared celular rígida, pues el citoesqueleto mantiene la estructura y la forma de la célula. Actúa como bastidor para la organización de la célula y la fijación de orgánulos y enzimas. También es responsable de muchos de los movimientos celulares. En muchas células, el citoesqueleto no es una estructura permanente, sino que se desmantela y se reconstruye sin cesar. Se forma a partir de tres tipos principales de filamentos proteicos: microtúbulos, filamentos de actina y filamentos intermedios, unidos entre sí y a otras estructuras celulares por diversas proteínas accesorias.
Los movimientos de las células eucarióticas están casi siempre mediatizados por los filamentos de actina o los microtúbulos. Muchas células tienen en la superficie pelos flexibles llamados cilios o flagelos, que contienen un núcleo formado por un haz de microtúbulos capaz de desarrollar movimientos de flexión regulares que requieren energía. Los espermatozoides nadan con ayuda de flagelos, por ejemplo, y las células que revisten el intestino y otros conductos del cuerpo de los vertebrados tienen en la superficie numerosos cilios que impulsan líquidos y partículas en una dirección determinada. Se encuentran grandes haces de filamentos de actina en las células musculares donde, junto con unos filamentos de otra proteína llamada miosina, generan contracciones poderosas. Los movimientos asociados con la división celular dependen en animales y plantas de los filamentos de actina, mientras que los microtúbulos distribuyen los cromosomas y otros componentes celulares entre las dos células hijas en fase de segregación. Las células animales y vegetales realizan muchos otros movimientos para adquirir una forma determinada o para conservar su compleja estructura interna.
2.7

Mitocondrias y cloroplastos



Mitocondria
Las mitocondrias, estructuras diminutas alargadas que se encuentran en el hialoplasma (citoplasma transparente) de la célula, se encargan de producir energía. Contienen enzimas que ayudan a transformar material nutritivo en trifosfato de adenosina (ATP), que la célula puede utilizar directamente como fuente de energía. Las mitocondrias suelen concentrarse cerca de las estructuras celulares que necesitan gran aportación de energía, como el flagelo que dota de movilidad a los espermatozoides de los vertebrados y a las plantas y animales unicelulares.
Las mitocondrias son uno de los orgánulos más conspicuos del citoplasma; contienen su propio ADN y se encuentran en casi todas las células eucarióticas. Observadas al microscopio, presentan una estructura característica: la mitocondria tiene forma alargada u oval de varias micras de longitud y está envuelta por dos membranas: una externa, que delimita el espacio intermembranoso y otra interna, muy replegada, que engloba la matriz mitocondiral. Las mitocondrias son los orgánulos productores de energía (ATP). La célula necesita energía para crecer y multiplicarse, y las mitocondrias aportan casi toda esta energía realizando las últimas etapas de la descomposición de las moléculas de los alimentos. Estas etapas finales consisten en el consumo de oxígeno y la producción de dióxido de carbono, proceso llamado respiración, por su similitud con la respiración pulmonar. Sin mitocondrias, los animales y hongos no serían capaces de utilizar oxígeno para extraer toda la energía de los alimentos y mantener con ella el crecimiento y la capacidad de reproducirse. Los organismos llamados anaerobios viven en medios sin oxígeno, y todos ellos carecen de mitocondrias.
Los cloroplastos son orgánulos aún mayores, que también poseen su propio ADN, y que solo se encuentran en las células de plantas y algas. Su estructura es aún más compleja que la mitocondrial: además de las dos membranas de la envoltura, que no se repliegan formando crestas, los cloroplastos tienen numerosos sacos internos en forma de disco (denominados tilacoides), interconectados entre sí, que están formados por una membrana que encierra el pigmento verde llamado clorofila. Desde el punto de vista de la vida terrestre, los cloroplastos desempeñan una función aún más esencial que la de las mitocondrias: en ellos ocurre la fotosíntesis; esta función consiste en utilizar la energía de la luz solar para activar la síntesis de moléculas de carbono pequeñas y ricas en energía, y va acompañada de liberación de oxígeno. Los cloroplastos producen tanto las moléculas nutritivas como el oxígeno que utilizan las mitocondrias.
2.8

Membranas internas




Retículo endoplasmático rugoso
El principal centro de síntesis proteica de la célula es la superficie del retículo endoplasmático rugoso (RER). Es una estructura característica formada por un apilamiento de membranas con pequeños gránulos oscuros llamados ribosomas. Las proteínas sintetizadas pasan de la superficie del RER al exterior de la célula. En los ribosomas que puntean la superficie del RER también se sintetizan proteínas, pero éstas permanecen dentro de la célula para realizar funciones metabólicas.

Núcleos, mitocondrias y cloroplastos no son los únicos orgánulos internos de las células eucarióticas delimitados por membranas. El citoplasma contiene también muchos otros orgánulos envueltos por una membrana única que desempeñan funciones diversas. Los más importantes son el retículo endoplasmático, el aparato de Golgi, los lisosomas y los peroxisomas. Casi todas las funciones que realizan guardan relación con la introducción de materias primas y la expulsión de sustancias elaboradas y productos de desecho por parte de la célula. Por ello, en las células especializadas en la secreción de proteínas, por ejemplo, determinados orgánulos están muy atrofiados; en cambio, los orgánulos son muy numerosos en las células de los vertebrados superiores especializadas en capturar y digerir los virus y bacterias que invaden el organismo.
La mayor parte de los componentes de la membrana celular se forman en una red tridimensional irregular de espacios rodeada a su vez por una membrana y llamada retículo endoplasmático (RE), en el cual se forman también los materiales que son expulsados por la célula. Una parte importante de la membrana del retículo endoplasmático aparece cubierta por ribosomas adheridos a su superficie. El aparato de Golgi está formado por pilas de sacos aplanados envueltos en membrana; este aparato recibe las moléculas formadas en el retículo endoplasmático, las transforma y las dirige hacia distintos lugares de la célula. Los lisosomas son pequeños orgánulos de forma irregular que contienen reservas de enzimas necesarias para la digestión primaria de numerosas macromoléculas y de partículas absorbidas desde el exterior celular. Los peroxisomas son vesículas pequeñas envueltas en membrana que proporcionan un sustrato delimitado para reacciones en las cuales se genera y degrada peróxido de hidrógeno, un compuesto que puede ser letal para la célula. Las membranas forman muchas otras vesículas pequeñas encargadas de transportar materiales entre orgánulos. En una célula animal típica, los orgánulos limitados por membrana pueden ocupar hasta la mitad del volumen celular total.



Aparato de Golgi
El aparato de Golgi es un pequeño grupo de sacos membranosos lisos apilados en el citoplasma. Dirige las proteínas recién sintetizadas hacia los lugares que deben ocupar en la célula.

2.9

Secreción y endocitosis
Una de las funciones más importantes de las vesículas es transportar materiales hacia la membrana plasmática y desde ella hacia el interior de la célula; constituyen de este modo un medio de comunicación entre el interior celular y el medio externo. Hay un intercambio continuo de materiales entre el retículo endoplasmático, el aparato de Golgi, los lisosomas y el exterior celular. Dicho intercambio está mediado por pequeñas vesículas delimitadas por membrana que se forman por gemación a partir de una membrana y se fusionan con otra. Así, en la superficie celular siempre hay porciones de membrana plasmática que se invaginan y separan para formar vesículas que transportan hacia el interior de la célula macromoléculas y partículas capturadas en el medio externo; este fenómeno se llama endocitosis, y permite a la célula engullir partículas muy grandes e incluso células extrañas completas. Existen dos tipos de endocitosis: la pinocitosis, que consiste en la ingestión de líquidos y solutos; y la fagocitosis, para la ingestión de grandes partículas. El fenómeno opuesto, llamado secreción o exocitosis, es la fusión de las vesículas internas con la membrana plasmática seguida de la liberación de su contenido al medio externo; es también común en muchas células.
3

DIVISIÓN CELULAR
Las plantas y los animales están formados por miles de millones de células individuales organizadas en tejidos y órganos que cumplen funciones específicas. Todas las células de cualquier planta o animal han surgido a partir de una única célula inicial —el óvulo fecundado— por un proceso de división. El óvulo fecundado se divide y forma dos células hijas idénticas, cada una de las cuales contiene un juego de cromosomas idéntico al de la célula parental. Después, cada una de las células hijas vuelve a dividirse de nuevo, y así continúa el proceso. Salvo en la primera división del óvulo, todas las células crecen hasta alcanzar un tamaño aproximado al doble del inicial antes de dividirse. En este proceso, llamado mitosis, se duplica el número de cromosomas (es decir, el ADN) y cada uno de los juegos duplicados se desplaza sobre una matriz de microtúbulos (huso mitótico) hacia un polo de la célula en división, y constituirá la dotación cromosómica de cada una de las dos células hijas que se forman.
3.1

Diferenciación
Las células que constituyen los distintos tejidos de un organismo pluricelular suelen presentar diferencias muy notables en estructura y función a pesar de tener genomas idénticos. Las diferencias entre una célula nerviosa, una célula hepática y un eritrocito de un mamífero, por ejemplo, son tan extremas que cuesta creer que todas ellas contengan la misma información genética. Como todas las células de un animal o vegetal se forman a través de divisiones sucesivas de un único óvulo fecundado, casi todas ellas tienen la misma información genética. Se diferencian unas de otras porque sintetizan y acumulan juegos distintos de moléculas de ARN y proteínas sin alterar la secuencia del ADN. Este proceso, llamado diferenciación, se basa en la activación y desactivación selectiva de genes en una sucesión programada. Con frecuencia, los cambios en la expresión génica son heredables y, por tanto, las células pueden estar hereditariamente predispuestas a desarrollarse hacia un tipo especializado de células antes del inicio del proceso de diferenciación. Estos cambios orquestados de las características celulares suelen ser irreversibles, de modo que una célula nerviosa humana no puede transformarse en leucocito ni volver al estado de división rápida característico de las células embrionarias inmaduras de las que procede.
3.2

Uniones intercelulares
Para formar un organismo pluricelular, las células no solo deben diferenciarse en tipos especializados, sino también unirse para constituir tejidos y órganos. Los organismos eucariotas han satisfecho esta necesidad de distintas formas a lo largo de la evolución. En las plantas superiores, las células no solamente se mantienen conectadas por puentes citoplásmicos llamados plasmodesmos, sino que además están sólidamente unidas entre sí a través de las paredes celulares rígidas de celulosa que las envuelven y que ellas mismas han generado. En casi todos los animales, las células están unidas por una red laxa de grandes moléculas orgánicas extracelulares (la llamada matriz extracelular) y por adherencia entre membranas plasmáticas. La matriz está compuesta fundamentalmente por 3 proteínas productoras de fibras: colágeno, elastina y fibronectina. Además, las células que están en contacto directo se conectan por unas zonas de la membrana plasmática denominadas uniones celulares. A menudo, las uniones entre células permiten que estas se dispongan en forma de capa pluricelular o epitelio. Las láminas epiteliales suelen formarse a partir del límite externo de los tejidos y órganos, y constituyen una barrera superficial que regula la entrada y salida de materiales.
3.3

Señales celulares
Durante el desarrollo del embrión, cada tipo de célula queda programada para responder de una forma concreta; por tanto, debe haber un sistema que haga circular mensajes o señales entre las células. La célula debe asimismo trabajar en armonía con el medio en que se encuentra; en un organismo pluricelular, esto significa colaborar con las células vecinas. La importancia de estos ‘controles sociales’ se hace aparente cuando fallan y la división celular se produce de forma descontrolada; se genera entonces un tumor canceroso. Las células coordinan sus numerosas actividades por medio de un sistema de señalización de reacciones que cumple una función comparable a la de la instalación eléctrica de un automóvil o el sistema nervioso de un animal de pequeñas dimensiones. Una serie de moléculas de señalización, en muchos casos producidas por otras células, actúan sobre receptores de la superficie celular que funcionan a modo de antenas iniciando cascadas de reacciones bioquímicas dentro del citoplasma. Estas moléculas suelen ser de 3 clases: neurotransmisores, hormonas y mediadores químicos locales. Los cambios de concentración de determinados iones y moléculas regulan la actividad de las proteínas y la expresión de los genes. Véase también Ciclo celular; Mitosis; Meiosis.











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lunes, 17 de noviembre de 2008

Tejido Muscular

TEJIDO MUSCULAR
El tejido muscular es un derivado mesodérmico responsable del movimiento de los órganos y de los organismos que lo poseen. Está formado por unas células muy alargadas denominadas miocitos o fibras musculares que tienen la capacidad de contraerse. Los miocitos se disponen en paralelo formando haces. La capacidad contráctil de estas células depende de la asociación entre microfilamentos y proteínas motoras miosina II presentes en su citoesqueleto.

El tejido muscular se divide en dos tipos: estriado y liso. Las células del músculo estriado presentan unas bandas perpendiculares al eje longitudinal celular cuando se observan al microscopio, de ahí su nombre. El tipo estriado se subdivide en músculo esquelético y en músculo cardiaco. Estas bandas transversales no aparecen en el músculo liso.


Músculo estriado que rodea al esófago de un ratón. El músculo estriado esquelético se denomina también voluntario puesto que es capaz de producir movimientos conscientes, es decir, está inervado por fibras nerviosas que parten del sistema nervioso central. Sus células son muy alargadas y fusiformes. Es el tejido muscular asociado al esqueleto y responsable del movimiento locomotor.


Músculo cardiaco de un ratón Como su nombre indica, el músculo estriado cardiaco forma las paredes del corazón. Su misión es la contracción muscular, cuyo ritmo está controlado por el sistema nervioso autónomo y por mecanismos intrínsecos al propio corazón. Sus células se denominan miofibrillas que son mononucleadas y ramificadas. Sus células están unidas entre sí por los discos intercalares, que son sistemas complejos de uniones intercelulares.


Músculo liso del intestino de un ratón Al músculo liso también se le denomina involuntario o plano. Está formado por células fusiformes no ramificadas y cada célula sólo tiene un núcleo en posición central. Se encuentra en todos aquellas estructuras corporales que no requieran movimientos voluntarios como el aparato digestivo, algunas glándulas, vasos sanguíneos, etcétera.

TEJIDO NERVIOSO
El tejido nervioso se desarrolla a partir del ectodermo embrionario. Es un tejido formado por dos tipos celulares: neuronas y glía, y cuya misión es recibir información del medio externo e interno, procesarla y desencadenar una respuesta. Es también el responsable de controlar numerosas funciones vitales como la respiración, digestión, bombeo sanguíneo del corazón, regular el flujo sanguíneo, control del sistema endocrino, etc.

Las células del sistema nervioso se agrupan para formar dos partes: el sistema nervioso central que incluye el encéfalo y la médula espinal, y el sistema nervioso periférico formado por ganglios, nervios y neuronas diseminados por el organismo.


Médula espinal. Las neuronas están especializadas en la conducción de información eléctrica por sus membranas gracias a variaciones en el potencial eléctrico de la membrana plasmática. Mofológicamente, estas células se pueden dividir en tres compartimentos: el soma o cuerpo celular (donde se localiza el núcleo de la célula), las prolongaciones dendríticas y el axón. El árbol dendrítico es el principal receptor de la información que proviene de multitud de otras neuronas, la integra y la dirige al cuerpo celular. Del cuerpo celular parte el axón por donde viaja la información hacia otras neuronas o a fibras musculares.


Ganglio de la médula espinal. El número, tamaño y disposición de las dendritas que posee una neurona es muy variable, mientras que cada neurona posee un solo axón (salvo excepciones). Las neuronas se comunican entre sí o con las células musculares gracias a la existencia de mediadores químicos denominados neurotransmisores. Esto ocurre en unas zonas especializadas denominadas sinapsis. El neurotransmisor es liberado por la neurona presináptica a la hendidura sináptica, difundiendo hasta la superficie de la neurona postsináptica, que posee receptores específicos para él. La unión del neurotransmisor al receptor produce un cambio en el potencial de membrana de la neurona postsináptica.


Epéndimo de la médula espinal. Las células gliales pueden dividirse y son más numerosas que las neuronas. Existen dos linajes principales, la astroglía y la oligodendroglía. Hay diversos tipos de células gliales: astrocitos, células de Schwann, oligodendrocitos y microglía. Su función es muy variada. Los astrocitos forman una envuelta que rodea a los vasos sanguíneos, la superficie del encéfalo y están presentes como un tercer elemento de las sinapsis, además de las neurona presináptica y postsináptica. A pesar de que los astrocitos se han considerado como meros soporte mecánicos y metabólicos de las neuronas, también participan en la modulación de la actividad sináptica. Además, proliferan en las heridas o infartos cerebrales ocupando el lugar de las neuronas muertas. Los oligodendrocitos y las células de Schwann forman las vainas de mielina que rodean a los axones de las neuronas en el encéfalo y en el sistema nervioso periférico, respectivamente. La microglía se relaciona con funciones de defensa frente a patógenos o lesiones nerviosas puesto que actúan como fagocitos. Estas células no proceden del linaje celular que se diferencia en neuronas, sino que son producidas en la médula ósea e invaden el tejido nervioso desde los vasos sanguíneos.

Tejido Conjuntivo

TEJIDO CONJUNTIVO
El tejido conectivo es el principal constituyente del organismo. Se le considera como un tejido de sostén puesto que sostiene y cohesiona a otros tejidos y órganos, sirve de soporte a estructuras del organismo y proteje y aisla a los órganos. Además, todas las sustancias que son absorbidas por los epitelios tienen que pasar por este tejido, que sirve de puente de comunicación entre distintos tejidos y órganos, por lo que generalmente se le considera como el medio interno del organismo. Bajo el nombre de conectivo se engloban una serie de tejidos heterogéneos pero con características compartidas. Una de estas características es la presencia de células embebidas en una abundante matriz extracelular, la cual representa una combinación de fibras colágenas y elásticas y de una sustancia fundamental rica en proteoglucanos y glucosamicoglucanos. Las características de la matriz extracelular son precisamente las responsables de las propiedades mecánicas, estructurales y bioquímicas del tejido conectivo. La clasificación del tejido conectivo en distintos subtipos depende de los autores pero generalmente se agrupan de la siguiente forma:


Conectivo propiamente dicho Mesenquimático
Mucoso o gelatinoso
Reticular
Elástico
Laxo o areolar
Denso

Conectivo especializado
Adiposo
Cartílaginoso
Óseo
Sanguíneo

Tejido adiposo
El tejido adiposo se puede considerar como un tejido conectivo un tanto atípico puesto que posee muy poca matriz extracelular, pero su origen embrionario son las células mesenquimáticas que dan lugar al resto de tejidos conectivos. Es un tejido especializado en el almacenamiento de lípidos gracias a unas células capaces de contener en su citoplasma grandes gotas de grasa: los adipocitos. Estas células, que también se pueden encontrar dispersas en el tejido conectivo laxo, se agrupan estrechamente en gran número para formar el tejido adiposo.
Los adipocitos se disponen formando lóbulos que están separados unos de otros mediante septos de tejido conectivo fuertemente irrigados por vasos sanguíneos. Las imágenes de microscopía muestran a los adipocitos como células huecas, con el citoplasma y el núcleo formando una banda estrecha en las proximidades de la membrana citoplasmática. Ello es debido a que los lípidos que contienen son eliminados con los solventes orgánicos empleados en el procesamiento del tejido para su observación.

Hay dos tipos de tejido adiposo: el formado por grasa blanca (o unilocular), cuyos adipocitos presentan una gran gota de lípidos, y el formado por grasa parda (o multilocular), con adipocitos formados por numerosas gotas de lípidos. El primero está presente en todos los animales mientras que el segundo es frecuente en los animales hibernantes y en los fetos de los mamíferos.

TEJIDO CARTILAGINOSO
Es uno de los principales tejidos de soporte, junto con el hueso. Su función es posible gracias a las propiedades de su matriz extracelular, la cuál es predominante en este tipo de tejido. El cartílago es una estructura semirígida que permite mantener la forma de numerosos órganos, la superficie de los huesos en las artículaciones y es el principal tejido de soporte durante las etapas iniciales del desarrollo, cuando el hueso aún no está formado. Es un tejido avascular y su matriz extracelular está formada fundamentalmente por colágeno, fibras elásticas y glucosaminoglicanos sulfatados. Las células que lo componen son los condrocitos que se localizan en pequeñas oquedades, denominadas lagunas, diseminadas por el tejido cartilaginoso.


Cartílago hialino de la tráquea de ratón.La mayor parte del cartílago, excepto el tipo de cartílago denominado fribrocartílago, está rodeada por una capa de tejido conectivo denominada pericondrio, que posee una capa externa de tejido conectivo fibroso formada por fibroblastos y fibras de colágeno y una interna condrogénica, donde se encuentran las células condrogénicas y los condroblastos que darán lugar a los condrocitos. Las células condrogénicas producen a los condroblastos y estos últimos son los responsables de sintetizar la matriz cartilaginosa. A medida que la sintetizan se van rodeando de ella y se transforman en condrocitos. Este crecimiento es por aposición. En el cartílago joven, sin embargo, los condrocitos pueden dividirse y contribuyen a la formación de matriz extracelular en lo que se denomina crecimiento intersticial.


Cartílago elástico de la oreja de ratón.Hay tres tipos de cartílago en el organismo: hialino, elástico y fibrocartílago. El cartílago hialino se encuentra rodeando a la mayoría de los huesos en las articulaciones, los anillos de la tráquea o el cartílago de la nariz, entre otros. El cartílago elástico contiene una gran cantidad de fibras elásticas, lo que le confiere la capacidad para estirarse sin romper su estructura, y se encuentra en ciertos lugares como epiglotis, canal auditivo y pabellón auditivo. El fibrocartílago se encuentra en lugares como los discos intervertebrales y ciertos lugares

TEJIDO ÓSEO
El óseo es el principal tejido de sostén y protección en los animales vertebrados. Pero además tiene otras funciones como almacén y regulación metabólica de elementos como el calcio y el fósforo, o la producción de las células sanguíneas mediante un proceso denominado hematopoyesis, ya que aloja los elementos hematopoyéticos de la médula ósea. Su componente más característico es una matriz extracelular mineralizada formada por cristales de hidroxiapatita (fosfato cálcico cristalizado), por una gran abundancia de fibras de colágeno (sobre todo el tipo I) y por glucosaminoglicanos en menor cantidad. Esta composición confiere al tejido óseo una gran consistencia, dureza, resistencia a la compresión y cierta elasticidad. Según la densidad de la matriz extracelular hablamos de hueso compacto cuando es muy densa o de hueso esponjoso cuando presenta numerosas oquedades que le dan un aspecto más laxo. Las células que constituyen el hueso maduro se denominan osteocitos. El hueso está en continua remodelación. Las células encargadas de destruir hueso se denominan osteoclastos, mientras que su formación se lleva a cabo por los osteoblastos, que van quedando encerrados en cavidades de matriz extracelular y se convierten en osteocitos. Al contrario que el cartílago, el hueso es un tejido fuertemente irrigado por el sistema sanguíneo.


Osteona de hueso compacto. El hueso esponjoso se encuentra por lo general en el interior de los huesos, como el interior de la epífisis o en la cabeza de los huesos largos, siempre rodeado por hueso compacto. Posee grandes espacios abiertos, denominados cavidades vasculares, ocupados por vasos sanguíneos y elementos hematopoyéticos y que están delimitados por trabéculas óseas compuestas por capas de matriz extracelular y células óseas dispuestas de manera ordenada en capas bien diferenciadas. A estas capas se las llama laminillas óseas. El hueso compacto no posee cavidades vasculares, sino que su matriz extracelular se ordena en laminillas óseas que se disponen de manera concéntrica alrededor de un canal por donde discurren vasos sanguíneos y nervios. Este canal se llama canal de Havers. Del orden de 4 a 20 laminillas óseas se disponen alrededor de un canal de Havers para formar la unidad estructural de este tejido que es la osteona o sistema de Havers. Los osteocitos se encuentran en unos huecos localizados en las laminillas óseas denominados lagunas. De estas lagunas salen pequeños conductos denominados canalículos por donde los osteocitos emiten prolongaciones celulares. Los canalículos se abren a los canales de Havers por donde viajan los vasos sanguíneos, y desde donde los oseocitos obtinen los nutrientes.

Las cavidades interiores o medulares del hueso compacto, así como las cavidades vasculares del hueso esponjoso, están recubiertas por el denominado endostio, que contiene células osteogénicas, osteoblastos y algunos osteoclastos. Recubriendo al hueso externamente se encuentra el periostio formado por una capa externa de tejido conectivo fibroso y por otra capa más próxima al hueso que contiene material osteogénico, donde se encuentran los osteoblastos. Esta envuelta se encuentra sujeta al hueso mediante haces de colágeno embebidos en la matriz ósea calcificada.

TEJIDO SANGUÍNEO
La sangre se encuentra en el interior de los vasos sanguíneos y el corazón, y circula por todo el organismo impulsada por el corazón y por los movimientos corporales. Entre sus principales funciones está la de transportar nutrientes y oxígeno desde el aparato digestivo y los pulmones, respectivamente, al resto de las células del organismo. También se encarga de llevar productos de desecho desde las células hasta el riñón y los pulmones, y de mantener homogéneamente la temperatura corporal. Entre sus células se encuentran las que forman el sistema inmunitario, que utilizan el torrente sanguíneo y la red de vasos sanguíneos para viajar a cualquier parte del organismo y defendernos frente a las enfermedades.


Células que componen la sangre de los humanos. La sangre es un tipo especializado de tejido conectivo compuesto de células, fragmentos celulares y una matriz extracelular líquida denominada plasma sanguíneo. Las células sanguíneas se clasifican en dos tipos: eritrocitos o glóbulos rojos y leucocitos o glóbulos blancos. La sangre también contiene fragmentos celulares denominados plaquetas. Los leucocitos se dividen a su vez en granulares: neutrófilos, basófilos y eosinófilos, y en agranulares: linfocitos y monocitos.

El plasma es el componente fluido de la sangre y representa más de la mitad del volumen sanguíneo. Está formado por multitud de moléculas, desde iones hasta proteínas voluminosas. Es el principal medio de transporte de nutrientes y productos de desecho.

FUNDAMENTOS DE LAS PRECAUCIONES DE AISLAMIENTO

Lavado de Manos y Uso de Guantes

El lavado de manos es la medida más importante para reducir la transmisión de microorganismos entre una persona y otra, alrededor de un 50%. Junto con esta medida el uso de guantes juega un rol importante en la reducción del riesgo de transmisión de microorganismos.

Los guantes se usan en los hospitales por 2 importantes razones. Primero, para proveer una protección de barrera y prevenir la contaminación macroscópica de las manos. Segundo, para reducir la posibilidad que microorganismos presentes en las manos del personal sean transmitidos a los pacientes durante procedimientos invasivos.


Ubicación de los Pacientes

Una habitación individual con baño es útil para prevenir la transmisión de contacto directa e indirecta por agentes altamente transmisibles o epidemiológicamente importantes.

En habitaciones múltiples, los pacientes infectados deben alojarse con un compañero adecuado. Los pacientes infectados con el mismo microorganismo puede alojarse juntos si no están infectados por otros microorganismos.


Transporte de los Pacientes Infectados

Limitar el movimiento de pacientes infectados por microorganismos altamente transmisibles o epidemiológicamente importantes.


Tapabocas, Protección Respiratoria, Ocular y Facial

Tapabocas y visores se usan solos o combinados para proveer protección de barrera. Un tapabocas que cubre la boca y la nariz y visor deben usarse para procedimientos en los que es probable que halla salpicaduras o aspersión de sangre, fluidos orgánicos, secreciones y excreciones para disminuir el riesgo de transmisión. El tapabocas quirúrgico es útil para proteger frente a gotas grandes que contienen patógenos que se transmiten por contacto estrecho y que generalmente viajan cortas distancias (hasta 1 m). Respecto de la prevención por la vía aérea se han utilizado tapabocas. En las normas publicadas en octubre de 1994 por el CDC para el control de la tuberculosis se recomiendan "respiradores particulados". La N95 (categoría N a un 95% de eficiencia) reúne los criterios de calidad del CDC para un respirador para tuberculosis. Respecto de la prevención por la vía aérea existe mayor controversia si bien no es clara su eficacia,


Batas e Indumentaria de Protección

Los batas deben utilizarse para prevenir la contaminación de la ropa o proteger la piel del personal de exposiciones a sangre y fluidos orgánicos.


Vajillas, vasos, tasas y utensilios:

No requieren de una normativa en especial. La combinación de agua caliente y detergente es suficiente para disminuir el riesgo de transmisión de cualquier patología.[3]



. CLASIFICACIÓN DE LAS PRECAUCIONES


Es preferible la denominación de precauciones al termino de aislamiento, con el fin de no emplear una palabra que se interpreta como una discriminación en la atención que se brinda a los pacientes.

Existen 2 grupos de precauciones de aislamiento. En la primera se encuentran las "Precauciones estándar" diseñadas para el cuidado de todos los pacientes internados en la Institución independientemente de su diagnóstico y presunto estado de salud. La implementación de estas "Precauciones estándar" es la estrategia primaria para el exitoso control de infecciones nosocomiales. El segundo grupo de precauciones está diseñado para el cuidado de algunos pacientes específicos. Estas "Precauciones Basadas en la Transmisión" (PBT) son para pacientes infectados o sospechados de estarlo con patógenos epidemiológicamente importantes que se transmiten por la vía aérea, gotas o contacto con la piel seca o superficies contaminadas.[4]




PRECAUCIONES ESTANDAR.

Las precauciones estándar se aplican a los siguientes fluidos: sangre, semen, fluido vaginal, liquido amniótico, líquido cefaloraquídeo (LCR), líquido pericárdico, liquido peritoneal, líquido pleural, líquido sinovial, leche materna y saliva.



Las precauciones estándar aplican a la saliva únicamente en casos de manejo odontológico, donde se presupone su contaminación con sangre, no aplican a los siguientes fluidos: heces, secreciones nasales, esputo, sudor, lagrimas, orina y vómito. Es importante tener en cuenta que si se evidencia o se supone contaminación con sangre de alguno de estos fluidos, las precauciones estándar deberían ser aplicadas.



Los trabajadores de la salud, con lesiones exudativas o dermatitis, deberán cubrir las lesiones y no podrán realizar procedimientos sobre los pacientes antes de que la piel se encuentre nuevamente sana. IB

Los trabajadores de la salud deberán utilizar el equipo de protección personal según necesidad: Gorro, cuando exista perpendicularidad de la cabeza con el área en la que se realiza el procedimiento, deberán usar gorro las personas de salas de cirugía, central de esterilización, el personal que labora en el lactario en la preparación de teteros, el personal que prepara los alimentos para consumo en el hospital, el personal que prepara las nutriciones parenterales y entérales, el resto del personal que labora en el hospital que realice actividades asistenciales con los pacientes debe trabajar con el cabello recogido. Protección facial: se debe emplear siempre que se anticipe aerosolización o salpicadura. Se deberá utilizar lavado de manos y guantes si se va a entrar en contacto con fluidos corporales, secreciones, excreciones, los guantes deberán ser limpios si las superficies con las que se entra en contacto no son estériles, y guantes estériles si las superficies de contacto son estériles y el procedimiento así lo demanda. Guantes, cada vez que se presupone contacto con sangre o sustancias corporales; se deberá utilizar doble guante para los procedimientos quirúrgicos; se deberá realizar lavado de manos posterior al retiro de los guantes. Batas y/o delantales de plástico cada vez que se realice un procedimiento en el que se anticipe aerosolisación o salpicado de sangre otros fluidos. IB

Lavarse las manos después de cualquier contacto con un paciente. IB

Deberá utilizarse implementos adaptados para la RCCP, con el ánimo de no reanimar con el método boca a boca. IB

Las agujas y demás instrumentos cortantes deberán ser desechados en un dispositivo adaptado para tal propósito. IB

Se deberá disminuir el riesgo de accidentes con instrumentos cortantes implementando las siguientes conductas: IB

· No reenfundar las agujas ya utilizadas.

· Utilizar sistemas libres de agujas en lo posible.

· Utilizar el cauterio cada vez que sea indicado.

· Pasar los instrumentos cortantes en una bandeja de transferencia y no directamente, durante los procedimientos quirúrgicos.

En los casos en los que se salpique sangre u otro fluido corporal sobre la piel o mucosa, realizar los siguientes pasos:

· Remojar exhaustivamente el sitio afectado con agua.

· Lavar con agua y jabón el sitio afectado.

· Reportar el incidente a salud ocupacional.


Todo espécimen con sangre o fluidos corporales, deberá ser considerado como riesgoso.

Cuando haya salpicado de sangre o fluidos sobre diferentes equipos o superficies, deberá llevarse a cabo una limpieza y desinfección y/o esterilización según cada caso.

PRECAUCIONES EMPÍRICAS.

Se utilizan con todo paciente a quien se le sospeche enfermedad infectocontagiosa (tos paroxística, fiebre, infección respiratoria no específica, exantemas, erupciones, microorganismos multiresistentes, sospecha de cólera)Medidas:



Lavado de manos antes y después de realizar procedimientos al paciente. IB

Uso de tapabocas si se sospecha infecciones de transmisión aérea por gota. IB

Uso de tapabocas de seguridad N95, si se sospecha tuberculosis (TBC) bacilifera. o Varicela. IB
Cuarto individual. IB

Toma oportuna de cultivos, informe rápido de tinción de Gram. e inicio de antibiótico terapia según sea necesario. IB

Tener en cuenta y aplicar todas las precauciones estándar. IB

PRECAUCIONES POR CONTACTO.


Agrupan las precauciones entéricas, de la clasificación anterior de piel y heridas con microorganismos multiresistentes.

· Se recomienda el uso de: guantes tapabocas y bata cuando se va a tener contacto directo con el paciente. IB

· El lavado de manos es absolutamente necesario antes y después de tocar el paciente. IB

· Se debe advertir a todo el equipo de salud mediante señalización adecuada que en ese paciente específico aplicamos precauciones de contacto. IB

· Se debe instruir al paciente y dar a conocer a la familia o visitantes los objetivos de las precauciones que aplicamos en el paciente a fin de lograr la colaboración de ellos en el juicioso seguimiento de las medidas que adoptadas. IB

PRECAUCIONES POR GOTA.

Corresponde a la clasificación anterior de aislamiento respiratorio.
Esta transmisión ocurre cuando partículas mayores de cinco micras, generadas al hablar, toser o estornudar, quedan suspendidas en el aire, hasta un metro de distancia al hablar, y hasta 4 metros al toser o estornudar.
Especificaciones:
Se debe advertir a todo el equipo de salud mediante señalización adecuada que en ese paciente específico aplicamos precauciones por gota. Se debe instruir al paciente y dar a conocer a la familia o visitantes los objetivos de las precauciones que aplicamos en el paciente a fin de lograr la colaboración de ellos en el juicioso seguimiento de las medidas que adoptadas.
v Cuarto aislado. Pacientes con un mismo germen pueden compartir la misma habitación. IB
v Lavado de manos antes y después de tocar al paciente. IB
v Ubicar el paciente a una distancia no menor de un metro de los otros pacientes. IB
v Tapabocas desechable: para estar a menos de un metro del paciente o para realizar cualquier procedimiento. IB
v El transporte del paciente debe ser limitado, pero si es necesario, colocarle tapabocas y explicar al paciente la razón de dicha medida. IB
v Guantes y bata se usan si hay riesgo de salpicadura. IB
v Artículos contaminados deben ser desinfectados y luego esterilizados. IB

PRECAUCIONES POR AEROSOL

Agrupa el aislamiento estricto y el ácido alcohol resistente de la anterior clasificación.
Se define como el aislamiento que se debe tener cuando la diseminación de partículas menores de cinco micras permanecen suspendidas en el aire por largos periodos de tiempo y así son inhalados por hospedero susceptible.
Por el riesgo que ofrece se requiere usar tapabocas de alta eficiencia desde que se ingresa a la habitación.
Se debe advertir a todo el equipo de salud mediante señalización adecuada que en ese paciente específico aplicamos precauciones por aerosol. Se debe instruir al paciente y dar a conocer a la familia o visitantes, los objetivos de las precauciones que aplicamos en el paciente a fin de lograr la colaboración de ellos en el juicioso seguimiento de las medidas que adoptadas.
Especificaciones:
Cuarto aislado con presión negativa de aire. puerta cerrada, ventanas abiertas si no existe tal sistema. IB
Tapabocas de alta eficiencia, N95. IB
Transporte del paciente limitado y en caso necesario colocarle tapabocas N95 de alta eficiencia. IB
Bata sólo si hay riesgo de salpicadura. IB
Estricto lavado de manos al estar en contacto con el paciente o sus fluidos. IB
Los artículos contaminados deben desinfectarse antes de ser descartados. IB